Pero el pueblo era muy diferente al anterior a pesar de estar en montañas vecinas. Cuando llegué en principio me quedé desilusionada porque ya a muy simple vista, se veía que era muy turísticoy no captaba la necesidad de la visita en el sentido que estaba planteado.
Hablamos con el director. En principio muy buenas palabras pero no veíamos que los alumnos acudieran a las actividades. Yo , que hago un proyecto personal, tuve que comerme mis palabras. Antes de acabar la tarde ya tuve tres entrevistas interesantísimas. No sé si el rato de charla a ellos les cambairá. A mí seguro que sí, tanto personal como profesionalmente. Voy viendo por dondequiera que hablo -sé que la muestra es pequeña y solo corresponde a mi vivencia personal - problemas similares: existe tal tensión en algunas casas, cuando menos con situaciones de maltrato verbal, psicológico o sexual, que los alumnos cuando llegan al colegio están tan absortos en su sitacióm familiar que no dan para mas. Las niñas no entienden que sus madres sea tan dependientes de sus parejas, pero ya empiezan a contarte sus tiernas historias de amor que siguen repitiendo patrones de esa dependencia. Qué sentirán muchas de ellas, cuando crezcan, y se vean dentro de esas misma historias que tanto odiaron? Al día siguiente, primer problema. Yo tan contenta con mi termo y resulta que la ducha era imposible de utilizar. Lo dijimos varias veces y cada vez nis sentíamos mas desoídas. De pronto, tampoco había agua. Tantos días sin agua? De nuevo, vergüenza. El director había hecho traer un yermo para nosyrad de agua caliente, pero éramos tan limpias que el agua volaba en pocas horas (eso nos siguió pasando). Pero ese termo tiene un valor extraordinario
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