Anuncio por palabras

Preciosa puesta de sol se ofrece a jóvenes enamorados para darles un empujoncito (Forges)







jueves, 28 de agosto de 2014

Tricantina por Perú XV

El propósito mas firme de mi viaje se cumplió en las dos siguientes semanas. Creo haber trabajado más en serio entonces que en toda mi vida. Cuando Teo me dijo los talleres que podía impartir envalentonada dije que sí a todos: de autoestima a mujeres, de problemas familiares, inteligencia emocional para docentes, educación sexual para jóvenes, psicomotricidad....
Y me di cuenta, enseguida, de un vacío
: no tenía mis libros, mi gran soporte.
Me metía intensamente todas las horas en las que no daba los talleres, que podían durar de dos a tres horas. Increíblemente, las ideas me fluían, todo lo que sabía pero creía olvidado salía de forma natural. Me ayudé de distintas páginas web de amigos (gracias Quino y Montaña!!!😘😘), pero sobre todo me sentía fluir. No podia haber elegido mejor forma de pasar el verano que de esta manera. Ya sé por qué se llama cooperación. Por recibes, como mínimo, tanto como das.
No  quiero decir con eso que fuera nada fácil: al final de cada taller se me acercaba como mínimo una mujer o niña. Y allí, por primera vez en muchas ocasiones, me contaban sus vidas rasgadas. Es un acto de gran generosidad confiar en alguien ajeno, y quiero responder a ese gesto mejorando mis conocimientos. En ese momento, me contenté con darles mi escucha activa, y tibios consejos. Duro. Al mismo tiempo recibía noticias de España indignada porque para evitar las violaciones proponian llevar silbatos. Si en América les dieran uno a las mujeres desde que nacieran, el clamor sería estridente. 
Los fines de semana mi gente de Juliaca me cuidaba. Guiliana me invitaba a su casa o a la Emilce a cenar, y esas conversaciones , de risas entre masas de harina para deliciosos pasteles, son inolvidables. Lástima que mi estómago siguió en todo ese tiempo haciendo de las suyas, y no pude saborear todas las exquisiteces que me ofrecieron.
Otro fin de semana Teo me llevó con su magnífica familia a ver el Templo de la Fertilidad. Cuando vas con dos niños, superar su entusiasmo frente a lo que ven es dificil. Lo mejor, Andrea, con sus preciosos ojos negros sin perderse detalle y valorando cada caricia. 
Eli me seguía preparando deliciosos desayunos que aderezábamos con ideas para la vida; Teo me llevaba a comer entre charlas pedagógicas; Jesús me acompañó en cenas en las que durante una semana me contó el inicio de este maravilloso centro. Desde que un grupo de sacerdotes llegó a Juliaca, hasta el ataque de Sendero Luminoso, a laconstrucción  gracias a la Cooperación española, hasta los planes innovadores de la fábrica de quinoa.
Muchas, muchas ideas, aprendizajes, sentimientos intensos. Con que ellos recibieran la mitad de lo que yo sentí, ya me daría por agradecida. El último día, con el taller de psicomotricidad, justo ese en el que me sentía mas insegura, la clase funcionó a las mil maravillas. Lo que más me enseñóTeo en ese tiempo fue CÓMO. Tan acostumbrados estamos a la base teórica que me costaba contarles el cómo. Empecé a descubeir las dinámicas de grupo, esas en las que los peruanos se mueven como pez en el agua. Ese taller acabó entre lágrimas, las
mías, cuando tras una colecta, las profes me regalaron un conjunto de sombrero y bufanda.
Acabé el último día con la sensación de haberlo vivido todo en  un segundo y a la vez, que estaba empezando. Di una charla a los jóvenes tras ver una película (increíble, se levantan a las 8 para verlo, después les queda cole y trabajo duro
Con su familia...igual que nuestros jóvenes) y preparé la charla para padres: aparecieron 150!!! Y creo que funcionó de maravilla. Al final, una gran cola para pedir consejos, muchos problemas, muchas ideas....
Así terminé mi estancia en Juliaca, llena de regalitos (ains, yo que pensaba solo dar) y fui hacia el aeropuerto con lágrimas en los ojos. Ese lugar, que para muchos turistas es tenebroso y peligroso, se había convertido en mi paraíso

miércoles, 27 de agosto de 2014

Tricantina por perú XIV

Mi amigo Teo planeó para el fin de semana la visita al lago Titicaca, el más alto del mundo. Fue fantástico que me acompañara a embarcar con su hijo de 6 años. Empezar esa aventura con alguien que vive todo con esa intesidad te fuerza a no perder de vista cada detalle.
Subí a toda prisa, traté de enseñar mi billete varias veces, pero todo era partir. A esto de los 10 minutos se me acercó el guía para informarme que se habían equivocado porque mi barco era otro, pero que no me preocupase. De manera que en medio de una isla vino a recogerme una cutre lancha. Y por ahí andaba yo, recorriendo en lago en busca de mi barca perdida. Al final estuvimos unos diez minutos en una bolla, como si estuviéramos haciendo autostop.
Al final llegó mi barco y fui hacía la primera idla. Es flotante, hecha entrelazada con los juncos. Ellos dicen que viven alllí, pero algunas cabañas me parecieron demasiado arregladas, aunque no dudo que alguno sí viva.
Cada 5 años deben renovarlas porque el agua las pudre. Una forma como otra cualquiera de mudarse de casa.
Después llegamos a una isla grande de 4 km. Allí estaban nuestras "madres" esperándonos. Se nos asignó nuestra casa de referencia. A mí me tocó con una pareja deliciosa de recién casados italianos.
En la plaza estaban celebrando la fiesta de la artesanía todos los de la isla, con bonitos vestidos tradicionales junto a modernas botellas de cerveza. Ese es uno de los grandes males de Perú, en el que tanto ellos como ellas se les va la mano, mucho y en todos los sentidos, con el alcohol.
Mientras seguían la fiesta, en la que creo haber hecho las fotos más bonitas del viaje, los guiris subimos a ver dos temblos preincas, dicen que energéticos. Es normal que lo sean porque desde lí las vistas son espectaculares. A lo lejos se ve Bolivia, con sus montañas nevadas. Y fue en esas cumbres donde vi un hecho espectacular.
Lo normal es ir a ver la puesta de sol. Preciosa , como es de esperar. Pero es que por el lado contrario, vi una salida  de Luna autenticamente maravillosa.
Por la noche, cuando estaba dormida, me despertó un patadón en la puerta y un hombre en medio de la habitación. Me puse a chichar y él salió corriendo. Mientras yo temblaba en la cama, le oía en el cuarto de baño. Luego, subió la verja, supongo. Pero en esas horas de la noche, no sabía si entraban mas. Creo que ha sido una de las peores noches de mivida. A la mañana siguiente , me levanté echa polvo, todavia lloriznando. Pero como la mujer de la casa lloraba mas que yo, me di cuenta de que todo habría sido un susto. Simplemente, mesirvió  para ponerme en el lugar de todas aquellas mujeres para las que no queda en un susto.
La siguiente mañana ya fue a otra isla, parecida y también bonita.
Y yo, deseando volver a Juliaca con mos mujeres

martes, 19 de agosto de 2014

Tricantina por peru XIIII

He dejado para mas adelante el ultimo día de Cuzco para que, como me decía Jaime, mis aventuras no fueran difíciles de leer con tantas penurias.
Si me gustaron Machipichu y el Valle, nopuedo  decir menos de las salinas. Parece mentira que simplemente eso produzcan sensaciones de paz, a pesar del sol abrasador.

Durante el camino, una parejita monisima de argentinos pasaron un mal rato. Resulta que la tarjeta no les funciona (algo típico en estos cajeros, pero mas si eres argentino) y por dos euros se iban a quedar fuera. Fue un momento de tensión porque ellos daban mil ideas y nincuna le valia a la guía. Al final, se lo presté y el resto del camino tuve una charla buena, buena con ellos. Las probabilidades de recuperar el dinero no eran muchas pero tampoco me importaba tanto, en el sentido de que los viajeros deberíamos tener una especialconsideración  con los otros.Son  problemas que en cualquier momento nos surgen a cualquiera. Ya en el autobus de turisteo a una peruana se le cayeron 35 euros. Eso sí que es dinero y mas en Perú. La guía no entendía nada cuando lo devolví y encontramos a la propietaria. Es divertido crear esas disonancias cognitivas en la gente de alrededor.
El caso es que a mis dos argentinos encantadores les faltó tiempo en cuanto llegamos para buscarme y darme mis cuatro euros.
Mientras disfruté de su compañía, y de otro centro agricola inka dividido en terrazas.
Por la tarde hice otro tour, esta vez por las cercanías más inmediatas de Cuzco. Una hora esperando sin comer (y eso que casi no había salido de mi dieta impuesta por el estómago). Me lanzo, me compro un bocata pero como el de al lado no se había atrevido a moverse, le tengo que dar la mitad. Ay , ese día la buena conciencia me hizo pasar hambre.
Segun me subo, el único asiento vacío era el de al lado de....Claudio! Mi compañero de Machupichu. Ya pasamos una tarde estupenda viendo restos y...ahora sí, se acabó el precioso Cuzco.
Y os dejé intrigados con mis señoras, creyendo que me desanimaría. Ni mucho menos. Aquí en Juliaca, igual por el frío o por mi estómago, duermo raro. Y allí se me ocurrió la idea. Como estaba preparando también un taller de psicomotricidad para niños, pensé que a estas mujeres les podía entrar por el movimiento. Me enteré que en esta región de Puno les encanta bailar y...funcionó. A partir de ese día (cada tarde he tenido una reunión de mujeres) mis mujeres han hecho, con gran éxito, sin coreografías de aerobic.
Mezclamos los problemas de mi hijo bebe, mi hija embarazada a los 14 y demás, con unos bailecillos que ayudan a desestresar. Porque ellas son ante todo mujeres fuertes, por supuesto.

Aqyí no me deja colgar el vídeo pero os aseguro que es memorable



 

 

domingo, 17 de agosto de 2014

Tricantina por Perú XII

No todo iba a ser turismo. Es mas, el motivo de este viaje tenía mas que ver con una parte de aporte que de turistear no mas.
Por fin llegué a Juliaca para empezar a trabajar. Teo, el director, me había puesto un par de sesionrs de dos horas al día como media. Y yo, encantada, porque lo que quería es dar de mí en esas facetas que, por no tocar en mi trabajo diario, siento que se están desaprovechando o están minusvaloradas.
Tras toda la noche viajando desde Cusco, y llegar aqui montada en una moto taxi en la que fui perdiendo mi enseres (ahhh, un fular precioso que justo me había comprado la tarde anterior) como Pulgarcito, dejando repartido por todo el trayecto hasta aquí recuerdos míos, me levanté con ganas de empezar en este proyecto. Por la tarde tenía una reunión con las señoras para hablar de autoestima. No es cosa fácil, como ya sabía de Nicaragua. Pero allí contaba con la ayuda de Indiana.
Teo entraba en la oficina en la que estaba preparando la presentación y me decía: Baja, baja. Porque en mi afán de dar, me elevaba y la presentación parecía una tesis. Y luego me decia: y eso, cómo ? Qué actividad? Y yo, paralizada , porque en muchos de esos temas me disparo por las alturas pero me falta precisamente eso, el cómo.
Así que, con paso triunfal, me dirijo a la sala y, cuando abro la puerta y veo a las señoras, me digo: Siiii, Nuria, bajaaa.
Eran como 60 señoras de esas de las que yo me iba parando por la calle a hacerlas fotos, señoras de bombín y manta anudada a la cadera, con dos larguísimas trenzas que indican que son casadas. Llegan, me miran (qué hará esta gringa aquí?) y se cruzan de brazos mientras mascan su coca. Ojos negros penetrantes. Y yo, tratando de lanzar mis ideas de autoestima, traídas directamente de mi país tan cómodo. Y ellas, sin moverse ni inmutarse, algunas con el bebé en la espalda, algunas sin enterarse de nada (solo hablan quechua) como estatuas. Ese día me vino de maravilla la presencia de Giuliana, una guapa, elegante e inteligente peruana que es parte del equipo de trabajo de aquí. Asentía con la cabeza y yo, reforzada,sin parar. Creí que no había ido mal, cuando a la salida Teo me dijo: cada día, ira mejor.
Hubo un momento en que se levantó una y me preguntó cómo era la vida de las mujeres españolas. Y cómo le digo a esa mujer que se levanta a las 4 de la mañana, que no para en todo el día, que teje, hace artesanía, que lleva fardos imposibles a la espalda, que yo me levanto agotada a las siete y media, que me tomo algún que otro cafecito con las amigas, que voy al gimnasio...? Y ella, insiste: Compañera(así es como se dirigen unas a otras) y a usted le gusta cómo somos nosotros? Con nuestras manta, las mediad de lana? Ahí sí que me salió del alma. Me encantan.
Pero no fue mejor la segunda sesión. Otras 60 mujeres que a mí me parecían las mismas, solo que igual se habíancambiado  alguna falda. Esas faldas elásticas que van abarcando cuantos kilos de mas quieran entrar y que me parecen que esconden en muchas ocasiones mujeres tratando de hacerse  invisibles mas allá de su hogar, porque en muchas ocasiones ya han perdido las ilusiones. 
Esta vez reconduzco el tema a problemas habituales del hogar. A través de mi viaje por Perú y muchas charlas, he visto unas características pararecidas: jóvenes que se emborrachan (pero micho), niñas de 12 con enamorados y alto riesgo de embarazo muy precoz, abuso de celular o internet, y malos tratos en el hogar. Esos son los temas a los que reconduje  mi charla. Sé  que muchos de ellos son casi universales, pero en zonas como estas, sobre todo cuando  se dan todos a la vez en familias altamente disfuncionales, traen consecuencias dramáticas.
A pesar de ser un tema más acorde y mas ajustado, la segunda charla fue peor. No conseguía conectar con ellas y sus miradas eran pétreas. Tenía que buscar nuevas estrategias.

Tricantina por Perú XII

No todo iba a ser turismo. Es mas, el motivo de este viaje tenía mas que ver con una parte de aporte que de turistear no mas.
Por fin llegué a Juliaca para empezar a trabajar. Teo, el director, me había puesto un par de sesionrs de dos horas al día como media. Y yo, encantada, porque lo que quería es dar de mí en esas facetas que, por no tocar en mi trabajo diario, siento que se están desaprovechando o están minusvaloradas.
Tras toda la noche viajando desde Cusco, y llegar aqui montada en una moto taxi en la que fui perdiendo mi enseres (ahhh, un fular precioso que justo me había comprado la tarde anterior) como Pulgarcito, dejando repartido por todo el trayecto hasta aquí recuerdos míos, me levanté con ganas de empezar en este proyecto. Por la tarde tenía una reunión con las señoras para hablar de autoestima. No es cosa fácil, como ya sabía de Nicaragua. Pero allí contaba con la ayuda de Indiana.
Teo entraba en la oficina en la que estaba preparando la presentación y me decía: Baja, baja. Porque en mi afán de dar, me elevaba y la presentación parecía una tesis. Y luego me decia: y eso, cómo ? Qué actividad? Y yo, paralizada , porque en muchos de esos temas me disparo por las alturas pero me falta precisamente eso, el cómo.
Así que, con paso triunfal, me dirijo a la sala y, cuando abro la puerta y veo a las señoras, me digo: Siiii, Nuria, bajaaa.
Eran como 60 señoras de esas de las que yo me iba parando por la calle a hacerlas fotos, señoras de bombín y manta anudada a la cadera, con dos larguísimas trenzas que indican que son casadas. Llegan, me miran (qué hará esta gringa aquí?) y se cruzan de brazos mientras mascan su coca. Ojos negros penetrantes. Y yo, tratando de lanzar mis ideas de autoestima, traídas directamente de mi país tan cómodo. Y ellas, sin moverse ni inmutarse, algunas con el bebé en la espalda, algunas sin enterarse de nada (solo hablan quechua) como estatuas. Ese día me vino de maravilla la presencia de Giuliana, una guapa, elegante e inteligente peruana que es parte del equipo de trabajo de aquí. Asentía con la cabeza y yo, reforzada,sin parar. Creí que no había ido mal, cuando a la salida Teo me dijo: cada día, ira mejor.
Hubo un momento en que se levantó una y me preguntó cómo era la vida de las mujeres españolas. Y cómo le digo a esa mujer que se levanta a las 4 de la mañana, que no para en todo el día, que teje, hace artesanía, que lleva fardos imposibles a la espalda, que yo me levanto agotada a las siete y media, que me tomo algún que otro cafecito con las amigas, que voy al gimnasio...? Y ella, insiste: Compañera(así es como se dirigen unas a otras) y a usted le gusta cómo somos nosotros? Con nuestras manta, las mediad de lana? Ahí sí que me salió del alma. Me encantan.
Pero no fue mejor la segunda sesión. Otras 60 mujeres que a mí me parecían las mismas, solo que igual se habíancambiado  alguna falda. Esas faldas elásticas que van abarcando cuantos kilos de mas quieran entrar y que me parecen que esconden en muchas ocasiones mujeres tratando de hacerse  invisibles mas allá de su hogar, porque en muchas ocasiones ya han perdido las ilusiones. 
Esta vez reconduzco el tema a problemas habituales del hogar. A través de mi viaje por Perú y muchas charlas, he visto unas características pararecidas: jóvenes que se emborrachan (pero micho), niñas de 12 con enamorados y alto riesgo de embarazo muy precoz, abuso de celular o internet, y malos tratos en el hogar. Esos son los temas a los que reconduje  mi charla. Sé  que muchos de ellos son casi universales, pero en zonas como estas, sobre todo cuando  se dan todos a la vez en familias altamente disfuncionales, traen consecuencias dramáticas.
A pesar de ser un tema más acorde y mas ajustado, la segunda charla fue peor. No conseguía conectar con ellas y sus miradas eran pétreas. Tenía que buscar nuevas estrategias.

sábado, 16 de agosto de 2014

Tricantina por Perú XI

Por fin Cuzco. Creí que nunca iba a llegar allí y casi es verdad porque mi estómago seguía sin responder😔. Otro viaje en autobús sin poderme ni mover.
Pero ya la primera impresión fue un flechazo. Solo llegar a mi barrio de San Blas, en nada parecido aL del mismo nombre en Madrid.
Laparte colonial, de esos españoles de los que tanto reniegan,
es esplendorosa, de esos sitios quepuedes  quedarte horas y horas viendo la vida pasar.
El primer día me hice un tour por el Valle Sagrado. Sé que utilizo expresiones grandilocuentes pero es que las zonas que visito las merecen y esta no fue menos.


Terrazas dando los incas cultivaban distintos tipos de cereal en medio de valles maravillosos. Allí conocí a un joven genio filósofo español que hizo que mi viaje se hiciera muy interesante.
Al día siguiente partí hacia machupichu. Ni me lo creía; aunque la verdad es que casi  ni lo consigo. Nos llevaba un loco a toda velocidad. Para él no existían las curvas, incluso aunque hubiera a ambos lados un precipio, ni importaba quefueran dos   niños, ni que  vinieran coches de frente. Él era el amo de la carretera. Cuando llegamos a comer, todos mareados, con ataques de nervios. Lo sitio en mi top one de peores conductores de mi vida.
Cuando le dije que si por favor podía conducir mas despacio, mi sonrisa fue tomada como el peor de los agravios. Me invito a irme en tren; no me dejó comer y volvimos al horror. Cuando llegamos, nuestro ánimo no estaba preparado para nada mas que para el asesinato.
La caminata de 12 km nos tranquilizó(debe estar pensada para eso). Yo fui caminando con un grupo de españoles, tunos de la facultad de derecho. Toda la vida huyendo de elllos para encontrármelos allí.
Llegamos de noche, menos mal que iba a compañada; pero entonces...nadie sabía quién era mi guía. Y después, van y me dan una habitación sin ventana
Y que debía compartir con un chileno y una alemana. Al final solo con él. Pero genial, era todo un caballero. Incluso más, porque al día siguiente fue un excelente acompañante en el Machupichu.
Por mas que veas fotos,ni lo imaginas. No son solo los restos sino todas   las montañas de alrededor . Experiencias cumbres que ni las olas de turistas irrespetuosas con lo que estaban viendo, eran capaces de estropearlo.
A la vuelta 3 horas sentada esperando a mi bus, cuando veo que me mandan al loco. No nos lo podíamos creer. Él tampoco y volvió a insultarnos, especialmente a mí. Yo, respiré profundo, no dije nada pero lo último que hice antes de irme de Cuzco, fue poner una reclamación. Ahora espero justicia jajaja

sábado, 9 de agosto de 2014

Tricantina por perú X

El camino hacia Juliaca no fue nada fácil. De Arequipa, además de una buena impresión, me traje una buena gastroestetitis. El viaje en el superautobús fue temeroso, sin moverme, por si me entraba un...(dejenos eso para la parte no autorizada de mi biografia). Pero gracias a las pastillas, llegué aquí justo para desfallecer. Me recibió Teo, el director de este centro.
En la guía pone que Juliaca es feo y peligroso, y que mejor salir de aquí inmediatamente. Pues buen, aquí es donde voy a estar mas tiempo.
El centro es maravilloso, como un colegio. Ahí duermo sola por las noches. Pero no hay que preocuparse porque hay un guarda de seguuridad y muchas cámaras. Aunque he de decir que a algunas horas no me hace ninguna gracia.
Realmente la labor que hacen aquí es impresionante. Es un verdadero centro de renovación e innovación pedagógica que, a través de la cooperación de mucha gente,  da doporte a una ciudaddonde  no existe ninguna otra opción. Se construyó con la ayuda de la Cooperación Española y es un claro ejemplo de que ese dinero SÍsirve para mucho. Después, lo han llevado con una inteligencia y un saber hacer que ya quisiéramos para muchas de nuestras instituciones. Teo me parece una persona inteligentísima y que sabe muy bien por donde se mueve.
En fin, aquí estaré bien.
Por la mañana celebraron el principio de año andino. Este año ya llevo cuatro inicios de año (3 en Grecia) pero en este me purificaron, con lo que la cosa irá mejor.
Arrojamos algo de vino por las esquinas para congeniarnos con la Madre Tierra ycluego para ver cómo nos iría. Parece que tendre dinero, novedad, aunque espero que no lo midan en soles, su moneda. 
Salvo que cuando llegué tuve que ir directamente al hospital. Al principio parecía bien la cosa, porque me vio una foctora ycme inyectaron. Pero después todo ese Edén desapareció. Apareció uno en plan cobrador del frac pidiéndome el dinero porque  no se fiaba de la aseguradora; los de esta, llamándome diciendo que no pagara. Yo, medio muerta. Pero lo que era peor: en la camilla de al lado un jovencillo que sí estaba mal, con peritonitis. La familia, humilde, alrededor del médico que les decía que primero pagaran y después la operación, pero que se dieran prisa porque era a vida o muerte.
Me entró tan indignación que me fui a reclamaciones y...bueno, mis profesores de derecho estarían felices de ver que sacaba de verdad provecho a esa formación.
Al final me cobraron 75 cts por la atención porque deseaban que me fuera cuanto antes de allí. Por supuesto, por la tarde tuve que ir a otra doctora a que me atendiera, pero al menos me sentía mas o menos tranquila. Salvo por el muchacho de la camilla. Patrce ser que
Cada 5 minutos , podría ver una historia parecida. Toda la familia se endeudara pero intentarán salvarle la vida. Vaya, y yo preocupada por pagar la caldera 

viernes, 8 de agosto de 2014

Tricantina por Perú IX

Cuando salí hacia Arequipa me sentía desamparada. Llevaba tanto tiempo compartiendo tantas cosas maravillosas con tanta gente estupenda, que no me veía ahora tantas horas sola. Además, me habían avisado tanto de que me podian robar, violar...que poco menos que me sentía metiéndome en la boca del lobo.
Primera sorpresa: el autobús era genial, equivalente a un primera de avión.
Si, ya sé que me preferís en la chicken class pero por estos lugares es mejor prevenir. Parece ser que en otros autobuses, al hacer paradas, atracan a la gente, eso cuanto menos Aprovehé para leer un libro de Bryce Echenique que estaba en la pantalla del bus: El huerto de mi amada. La lectura es. Una forma estupenda de conectar con la personalidad de los pueblos. El resto ya lo pasé durmiendo, eran 16 horas de bus.
Al llegar a Arequipa el taxista no estaba muy contento de dejarme en ese hotel, no le parecía apropiado para mí. Sin embargo, aunque era económico, dormí de maravilla esos días. Encima conseguí habitación doble a precio de individual. Carmen, mi maestra de viaje, estaría orgullosa del chollo.
Cuando ya se me pasó el susto de ir sola, me encontre fenomenal en esa ciudad a pesar de la amenaza sísmica constante (no sé si el letrero en el débil edificio de mi hotel me tranquilizaba).
Ese día aproveché para visitar elMonasterio de Santa Catalina. Es una  preciosidad que merece la pena. La lástima era el griterío y los comentarios tontos del público que no permitían crear el clima adecuado (ese mismo día había leído un artículo de Javier Marías sobre la falta de cultura en temas religiosos que provoca que la gente no entienda lo que visita. Esa tarde lo vive personalmente).
Cené genial en el restaurante de Gastón Acuria, toda una celebridad aquí.
Venir a Perú y no lanzarse a probar su excelente y variadísima cocina, es perderSe otra de las maravillas del mundo. Pero es que afmeás los precios son buenísimos. La cultura gastronómica de los peruanos es altísima.
Al día siguiente salí a hacer un tour en un bus turístico. Ahí si que Carmen no me lo perdona. Pero como soy castellano parlante , iba en un autobús con peruanos. Toda una experiencia en la cual pude ver zonas de la ciudad que de otra forma  me habría perdido.
Paramos a comer en una picantetía, típica en las afueras de la ciudaddonde se   come mientras una orquesta conta a todo teapo. Allí conocí a un compañero de viaje por un día, que me permitió hacerme alguna foto. Ellos se hacen 300 en cada lugar pir si no salen.
Al final, un paseillo un poco ridículo a caballo y vuelta a la ciudad


El último día rn la ciudad me esperaba el Colca. Salida a las dos y media de la mañan. Durante el viaje de vez en cuando un vistazo para no perderme el esplendido cielo repleto de estrellas. Y la mañana siguuiente no fue menos. Disfruté de un paisajeque pocas veces creo que vaya a volver a ver, con barrancos increíbles y, especialmente. El vuelo del cóndor.
Como mi cámara no daba para mas, hubo un momento en que la dejé para disfrutar direntamente de su magnifico vuelo. Mientras, los turistas estaban mas ocupados de sacarse una foto al borde del precipio. Ocurre siempre, somos lo mas importante haya donde vayamos. Ay . 

De Arequipa me quedo con su calma , su paz y mis dos señoras, con lad que pasé horas hablando mientras me  tomaba quedo helafo. Nos hicimos una foto las tres juntas. Corriendo, la revelé y le entregué una a cada una . Y así, con laxos invisibles, me fui de esa ciudad. Camino a Juliaca