La tarde de ayer fue de las que me gustan. Estuvimos en la escuela con los niños haciendo caretas. Es difícil hablar con ellos porque medio no te entienden; y el otro medio, no paran, mas que los nuestros.
Las clases con dos o tres bancos pero limpias y organizadas. No es comparable a nicaragua. Allí se abrían mas, tenían menos y funcionaban peor. Viendo lo peor, al menos no pasan hambre. Y piden mucho, por lo que conseguirán cosas. Tienen medios impensables en otros lados que visité. No es que sea una carrera de pobreza pero se ve cómo varía de acuerdo a sus medios o a sus políticas.
Estuvimos haciendo juegos con ellos, muy parecidos a los que jugamos nosotros pero con otro ritmo. Igual entusiasmo. Y, de pronto, un viento horrible, llovizna y todos corriendo..mas o menos.
En la plaza del pueblo estaban las mujeres jugando al voley (es la primera vez que las veo sin trabajar). Y otra vez mas viento, casi huracanado, y un frío horrible.
Fuimos a su fabrica de lana. Estoy a dos grados de comprarme un poncho y un gorro de esos típicos.
Allí hablé con una mujer que finalmente acabó contándome que tiene una niña en silla de ruedas y que no sale porque le da vergüenza. Al cole no va porque está al final de una cuesta y no puede con la silla. Pide ayuda pero no sé muy bien cómo actuar. Tampoco puedo ir como papá noel.
En los que mas pienso es en los niños que quieren que ayude. La maestra va por las montañas cogiendo niños para la eso. Viven solos aquí en una casita y parece que son ingobernables y solo piensan en huir. Mucha cosa para cuatro días.
Hoy no he salido. Debe ser que, como quiero probar cosas, no me he querido perder el mal de altura. Y estoy con un dolor de cabeza importante. Pero recuperando fuerzas. En la siesta, las dos monjas estaban leyendo la Biblia; los chicos, corriendo por el pasillo y de música ambiental, tradicional peruana que no se acaba nunca. Pues creo que todo eso no es lo mejor para el dolor de cabeza, o que yo soy muy sensible.
Un beso a todos
Las clases con dos o tres bancos pero limpias y organizadas. No es comparable a nicaragua. Allí se abrían mas, tenían menos y funcionaban peor. Viendo lo peor, al menos no pasan hambre. Y piden mucho, por lo que conseguirán cosas. Tienen medios impensables en otros lados que visité. No es que sea una carrera de pobreza pero se ve cómo varía de acuerdo a sus medios o a sus políticas.
Estuvimos haciendo juegos con ellos, muy parecidos a los que jugamos nosotros pero con otro ritmo. Igual entusiasmo. Y, de pronto, un viento horrible, llovizna y todos corriendo..mas o menos.
En la plaza del pueblo estaban las mujeres jugando al voley (es la primera vez que las veo sin trabajar). Y otra vez mas viento, casi huracanado, y un frío horrible.
Fuimos a su fabrica de lana. Estoy a dos grados de comprarme un poncho y un gorro de esos típicos.
Allí hablé con una mujer que finalmente acabó contándome que tiene una niña en silla de ruedas y que no sale porque le da vergüenza. Al cole no va porque está al final de una cuesta y no puede con la silla. Pide ayuda pero no sé muy bien cómo actuar. Tampoco puedo ir como papá noel.
En los que mas pienso es en los niños que quieren que ayude. La maestra va por las montañas cogiendo niños para la eso. Viven solos aquí en una casita y parece que son ingobernables y solo piensan en huir. Mucha cosa para cuatro días.
Hoy no he salido. Debe ser que, como quiero probar cosas, no me he querido perder el mal de altura. Y estoy con un dolor de cabeza importante. Pero recuperando fuerzas. En la siesta, las dos monjas estaban leyendo la Biblia; los chicos, corriendo por el pasillo y de música ambiental, tradicional peruana que no se acaba nunca. Pues creo que todo eso no es lo mejor para el dolor de cabeza, o que yo soy muy sensible.
Un beso a todos
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