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Preciosa puesta de sol se ofrece a jóvenes enamorados para darles un empujoncito (Forges)







domingo, 19 de julio de 2015

Mi proximo trabajo, estibadora

Asi, como lo cuento (y sin tildes, que en este ordenador no van, ese sera mi proximo trabajo. El dia anterior habiamos ido a ver un contenedor de 40 toneladas que mandaban los canadienses y, que, para desesperacion de todos los que andan por aqui, llevaba tres meses en manos de la burocracia. No se si mi corazon resistira mas paseos en coche por las calles de Managua en brazos de nuestra furgo La Lupe y llevada por la hermana Janett. Quedamos en que por fin las galletas verian vida al dia siguiente. Nos presentamos un poco tarde, como parece que es norma, despues de haber repostado y haber encontrado por fin un tapon para Lupita, que andaba con un trapo haciendo las funciones de tapon de gasolina. Alli , me toco estar dos horas largas, larguisimas, viendo como cargaban el contenedor, vigilando que todo fuera a su lugar y no al lugar de otra persona. Cosas que pasan en los almacenes de descarga. Yo estaba deshidatada solo por mirar, en plan jubilada. No puedo entender como esos hombres aguantan todo el dia. Cuando por fin salimos, ibamos entusiasmadas. Al otro lado, en el barrio de San Judas, nos esperaban 20 personas, para descargar todo eso. Alucine que cuando llegue, solo quedaban jovencitos de 14 años despuestos a eso porque los hombres, al ver que se pagaba a 100 cordobas mas comida y una bolsa de viveres, se negaron. Yo pregunte si esos 100 cordobas eran por hora (unos 5 euros) pero, no , era por todo el rato, unas 4 horas. Nos pusimos manos a la obra, caja a caja. Ya tengo otra profesion mas que añadir a mi lista. Nunca me habia dedicado a ello anteriormente. En medio del paseo entre caja y caja habia un grupo de obreros que, divertidisimos, observan nuestro esfuerzo herculeo. "Guelcome", como suena, me dijeron antes de que les corregiera y les dijera que hablaba bien castellano, "a pesar de ser de España" (no se sabe que piensan que hablamos). Al cabo de un rato, tanto los adolescentes como nosotras andabamos muertas, y la carga del camion casi no se habia movido de sitio. De pronto, los albañiles se incorporaon al oficio. No pedian una caja, ni dos ni tres, sino cuatro., Que agotamiento solo de verlos. Ademas, iban a la carrera y entre risas. Yo solo me repetia (y eso, por 5 euros escasos)Al final, le pregunte a Janett si de verdad les iba a dar 100 cordobas. Como dudaba, me fui a cambiar dinero y puse otros 100 para cada uno de parte de las personas que habeis colaborado en este proyecto. No os podeis imaginar las caras de felicidad cuando lo recibieron, como una loteria. Fueron 4 horas extenuantes, y ahora tanto el almacen como la oficina rebosan de cajas canadienses. Por primera vez, he estado al otro lado de la donacion. Ahora veo las caras de sorpresa cuando abren las cajas y veo ropa (horrible, moda Canada hace 30 años)(preciosa, algun despistado), de cuadernos deshechados (como si esto fuera un basuerero), pero tambien de kilos y kilos de comida que esperemos que este bien porque tres meses de espera son muchos. Creo que en ocasiones hacemos donaciones cargadas de buena intencion pero menos resultados de los esperados. Con lo que ha costado el contenedor podian pagarse muchos programas de ayuda directa. Pero se agradece todo, por supuesto. El sabado tampoco descansamos. Era el dia de la puesta en comun. Alla fuimos con un grupo de 50 mujeres (20 fallaron) representantes de los distintos proyectos que lleva Indiana. Hicimos actividades, luego les di un taller de mediacion y nos dimos la comilona, a saber, una pata de pollo riquisima y arroz. Despues, despedida de Janett que se a El Salvador, para trabajar contra la Trata. Como regalo, ademas de las preciosas poesias que le habian dedicado las mujeres, de nuestra parte española marcho la maleta que yo habia traido. Para ellos es un regalazo, y esa maleta va a ser feliz yendo por estos mundos. A la vuelta, en nuestro bus desconchado, empezo a llover torrencialmente. En menos de 15 minutos a la gente la llegaba el agua por la rodilla. Alguno estaba en medio de la mar (hasta hacia aguas) agarrando los pocos enseres de su puestecillo que llevaba en una pequeña moto. Solo los niños disfrutaban, en bañador o los mas felices desnudos, correteando y lanzandose, mientras los padres trataban de salvar algo del hogar. Hoy ya no llueve pero igual si lo hace dentro de un rato. Pero hoy es el dia de la Revolucion, de su 36 aniversario, e ira toda Managua a la plaza (esa llena de bombillas)¡Y si llueve, tambien!! Puede acabar en fiesta acuatica.

jueves, 16 de julio de 2015

Churequeando

Hoy estaba emocionada de pensar que iba a volver a La Chureca ¿Cómo habría quedado todo eso después de que la Agencia de Cooperación Española diera un dineral para construir un basurero y viviendas para los que allí se buscaban la vida? Pues he de decir que fue impactante. No podía esperar llegar hasta allá primero en coche (con lo que sudábamos tras dos autobuses más buenas caminatas) y luego verlo casi sin basura, sin esos seres que parecían zombies con su bolsa hasta los pies llena de plásticos recién cogidos. Acompañamos a las dos cooperantes a dar un taller de prevención de violencia de género. Acababa de terminar en ese momento un taller de pastelería y todas las que estaban allí eran adolescentes. Cuando les vi la cara, pensé que qué pobres las españolas, porque me parecía que no les iban a poner fácil la charla. También las cooperantes se dieron cuenta enseguida porque ellas iban preparadas para dar una charla a mujeres. Hay que tener la cintura muy rápida por aquí y saber cambiar de tema fácilmente porque nunca sabes por dónde puede salir el asunto. Yo mientras fui a ver a mis antiguas conocidas. El cambio era impresionante. Sus casas estaban pintadas de colores, como les gusta hacer por aquí; pero, aparte, muchos de ellos las habían pintado más por dentro, con multitud de colores y algunos con purpurina. En algunas casas el orden era casi espartano; pero la mayoría tendía a acumular, algunos con el espíritu de La Chureca en su estado máximo, con partes de coches ya dentro de la casa, despuestas para vender. Las personas también habían cambiado y mucho. REcuerdo que antes, cuando llegábamos, se iban acercando a Indiana, a pedirle crédito o a escuchar los talleres. Ahora casi había que regarles que viniesen a un taller que tenemos organizado para el viernes y que dará Luisa sobre economía familiar. Lo necesitan. Se han vuelto un poco locuelos con sus nuevos y fijos salarios y se han comprado todo, hasta parabólica con cable. Cuesta acercarse a ellos, salvo los que siguen estando ahí, ya se los veía nobles desde siempre. En ocasiones los dioses nos castigan concediéndonos lo que soñamos. A algunos de ellos, el castigo les viene dado por una vida que, si no digieren bien, quedará solo como un sueño, porque se les puede convertir en su peor enemigo. Por la noche, fuimos a charlar con las prostitutas, un proyecto que tanto Indiana como Janet llevaron hace muchos años y que consiste en hablar con ellas y tratar de que reciban asistencia sanitaria, y ayuda para sus hijos. Ahora no íbamos con tantas pretensiones. Indiana y Janet hace años que ya no son de ese proyecto. Fuimos tan solo para conocerlo mejor. Charlamos con algunas de ellas. Una con fiebre, justo el día que más frío ha hecho aquí, pero animosa de pensar que se iba a las doce ¡Pocre Cenicienta! Mientras, nos fueron contando cómo se fundó el proyecto, cuando se detectó que unas niñas llegaban dormidas al colegio y era porque hacían la noche. Ahora siguen esos mismos problemas porque había niñas, con total impunidad, desde los doce años. La policía mira a otro lado. Janet nos contó como para su celebración como monja, invitó a todas ellas. ASí que sus testigos de novicia fue un nutrido grupo de prostitutas y travistis. La cara del resto de los asistentes debió ser maravillosa. Y acabamos la noche recorriendo Managua la nuit, preparada para este domingo que celebran el aniversario de la REvolución. Todo el centro lleno de bombillas de navidadd que, como a la presidenta le gustó un año, decidió no solo no apagarlas, sino que lucieran todos los días. Ahora hay muchísimas. Parece ser que, como invitados, está el presidente de algún país asiático. Va a quedar fascinado con tanta iluminación. Llegué muerta a casa. La vida a la ancho es la que tiene. Y, mientras, el gato recorre a la carrera el tejado de mi habitación lo que en cualquier momento me provocará un infarto.

miércoles, 15 de julio de 2015

Desde el ceibo, tres cuadras al sur y una y media....

Recuerdo la primera vez que oí esa dirección, hace ahora cinco años. Me resultaba Harry Potter. Y sí, para mí resultó un lugar mágico, porque allí comencé a comprender la difícil tarea de llegar a otros de otra manera. Managua está ahora mas tranquila; se percibe menos violencia y algo más de prosperidad. Pero más o menos todos viven con el agua al cuello, a pesar de conformarse con los mínimos más mínimos. Mi llegada fue como siempre, por fortuna.Un abrazo enorme de Indiana, de esos que te cobijan y te dan a entender de que estás en buenas manos. A pesar del cansancio, me siento bien. No puedo decir eso de que estoy fuera de mi franja de seguridad. Solo en terreno que todavía no conozco completamente, pero siento que estoy en un lugar cercano, amigo. Todo el viaje recordé a las que fueron mis compañeras la vez anterior y, aunque prácticamente no las he vuelto a ver, sentí que en cierto modo, seguían acompañándome. Ya de mañana comenzamos con el trajín que acostumbra a llevar Indiana, directas a la oficina, con nueva administrativa, Mónica, una guapa y elegante nica. Los planes, en estos cinco años que han transcurrido desde mi primera visita, han cambiado, aunque el objetivo sigue siendo el mismo: ayudar a los que nacieron en lugares equivocados. La Chureca dejó de existir, y los que allí vivieron, ahora quiere que les digan que son de Guadalupe, su nuevo barrio. No quieren que les nombren el pasado de basura y miseria. Sus vidas ahora tienen una nueva posibilidad que tienen que saber jugar. Algunos tienen preciosas casitas; otras, sin embargo, no han conseguido desprenderse de la Chureca y la llevan al interior de sus casas. Tampoco todos han conseguido adaptarse a las condiciones laborales, todos los días y a las misma horas, y han perdido su trabajo soñado. Algunos se han vuelto locos con lo que les ofrecía la vida y andan con todos los créditos del mundo (en eso, nosotros tampoco andamos tan lejos). La primera visita fue a un barrio que todavía no he conseguido aprender. Se supone que está a las afueras pero realmente parece una continuación de Managua. Eso sí, en pleno campo, magnífico, exuberante. Aparecen algunas zonas con basuras pero controladas. Hoy he visto el camión de la basura pasar. Devuelve, tirados en el suelo, los sacos de lona. Al principppio creí que dejaban basura por el suelo. Después me di cuenta que son los "cubos ecológicos nicas". cada familia salía a recoger su saco de lona. En mi familia también se utilizó ecológicamente unos de esos sacos, para poner los huesos del abuelo Daniel. Cuando alguien de la familia protestó, otro argumentó que era de un fertilizante de alta calidad, y eso siempre da prestigio a los huesos. Allí había dos cooperantes dando una charla de autoestima a las mujeres, que habían hecho unas piñatas preciosas fruto del último taller que han recibido. Las cooperantes me recordaban a mí hace años. No quise interrumpirlas ni que se sintieran observadas para que disfrutaran de ese momento, como yo lo hice en el mío. Me fui con Janet, una monja marchosa, a tratar de conseguir que abrieran una de mis maletas. Les he traido ropa que ya no usaba, pero también medicamentos (que pagó Pilar, la directora de mi colegio), balones de fútbol y cosas para fiesta (por cuenta de Teresa y Marcos), 25 euros dados por Teresa madre, que han sido empleados en comprar cuentas y engarces para el cuello, y todo ello aderezado también por la aportación de Ángel, con la que haremos una comida el sábado, en la que los de los distintos proyectos cuentan sus objetivos y se animan unos a otros. La tarde con Janett fue muy provechosa, las dos montadas en Lupita (llamada así porque lleva a la Virgen de Guadalupe dentro). Ella se dedica a la explotación sexual de las mujeres de Centroamérica, así que tuvimos muchos temas de los que hablar. Ahora la han destinado, para desgracia de estos proyectos de Indiana, a El Salvador, un sitio duro, duro, duro. Los "malos" andan a sus anchas por esas tierras y cometen los crímines más increíbles del mundo con total impunidad. Las niñas desaparecen a cientos y aparecen al otro lado de otras fronteras para dedicarlas a la explotación sexual, sin que al mundo le tiemble el pulso. A pesar de la crudeza del tema, tuvimos un rato buenísimo juntas, volando en brazos de la camioneta Lupita, saltándonos stops y esos cosillas, pero a la vez ideando alguna forma de intervención práctica, sin ambiciones desmesuradas. Debe ser que me estoy haciendo mayor. Ya me conformo con las letras pequeñas de la vida, sin trata de cambiar el mundo.