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miércoles, 8 de septiembre de 2010

¿Obligados a ser felices? (2)

Tras  la vuelta a la normalidad, nos encontramos con nuestra realidad habitual, con nuestras glorias y miserias, con las alegrías y tristezas de la vida ¿En qué porcentajes? ¿A partir de qué punto puedo considerar que mi vida es feliz, que merece la pena ser vivida? Existe una nueva vertiente de la psicología que ha descubierto un verdadero filón en la felicidad. Tradicionalmente se dedicó más atención a los problemas y dificultades de las personas, sin pararse a analizar que hay una parte importante de cada uno de  nosotros, la felicidad, que la ciencia tenía olvidar, al parecerle poco científica. Y, sin embargo, no puede ser más real: en mayor o menor medida existe, la sentimos, y fijamos unos porcentajes, desde la sociedad y/o desde cada persona, a partir del cual damos un sentido positivo o negativo a la vida ¡Casi nada! Son muchos los factores  que harán que la balanza se incline hacia un lado u otro. En primer lugar, la idea que nos hacemos de nosotros mismos (nuestra autopercepción, que conforma la autoestima) ¿Qué nos hace felices? Depende de nuestros gustos, intereses, formación... Pero más que tener objetos o posesiones, una de las claves parece ser tener ilusiones. Algo que nos haga tirar hacia delante, por lo que luchar y hacia lo que tender. Parece fácil, porque en muchos periodos de la vida se producen a borbotones; pero existen otros en los que las ilusiones desaparecen, como si se hubieran evaporado. Tal vez sea que el día a día nos tiene tan ocupados con sus recados que de pronto se nos olvida soñar, soñarnos, en situaciones ideales hacia las que dirigirnos. De pronto todo lo que creimos posible se muestra inaprensible e...iba a decir que solo queda el vacío, pero no me lo acabo de creer. Es que si buscas bien, en algún lugar todavía puedes encontrar, aunque esté muy escondido, un resto de ilusión. Curiosamente, puede hacer falta muy poca energía para conseguir que vuelva a brotar e invada por completo una existencia.
¿Es una obligación ser feliz? Tal y como lo tratan de vender, como un estado permanente, es imposible y solo acaba siendo finalmente una fábrica de insatisfacciones (sobre todo porque justo esa "felicidad" es fruto de la sociedad de consumo y se la tienes que comprar a otros). Pero como ser humano, la búsqueda de la felicidad es una tendencia irremediable, de la que no podemos abstraernos, y por la que luchamos constantemente contra el tedio de la nada. Y nunca acaba de fijarse: a veces parece ser como un pez escurriéndose entre los dedos ¡Pero son tan inmensos esos segundos en que creemos poseerla!

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